Oasis Bahariya

Al final nos hemos podido conectar desde el oasis de Bahariya sin problema. Salimos por fin muy prontito del Cairo, en autobus de linea. Habiamos organizado esta escapada al oasis desde una agencia y por el momento todo esta yendo bien. Dejamos las piramides envueltas en humo toxico y nos quedamos dormidos. Despertamos con el autobus cruzando el desierto, una gran planicie de arenas y rocas que van cambiando de color dependiendo de los minerales que la componen. La carretera es totalmente recta y en buen estado y transcurre paralela a la linea de tren que se utiliza para el transporte del hierro que extraen de las minas del desierto. Pensabamos que iba a ser un viaje duro pero se hace facil y el paisaje te hipnotiza.

En Bahariya nos esperaba Wadij, un guia beduino que nos acompanara los dos proximos dias. Habiamos reservado un hotel pero nos ha ofrecido hospedarnos en su casa y nos gusta mas este plan. El y su hermano nos han llevado a conocer el pueblo, los alrededores del oasis, un lago salado y nos han subido a una montana negra para contemplar el atardecer. Solo estamos nosotros, no hay muchos turistas y esta familia es muy maja, hacemos exactamente lo que queremos. Este oasis es una base para poder ir a ver el desierto blanco donde iremos manana en 4x4 y dormiremos bajo las estrellas en un campamento. Si bien Bahariya es bastante bonito y relajante, nos sorprende comprrobar que tambien es una gran escombrera en medio del desierto. En general, los egipcios son muy descuidados con el medio ambiente, lo tiran todo por todas partes, no hay ninguna consciencia ecologica y la situacion se puede considerar alarmante...