El Cairo

Llegamos anoche desde Estambul a unas horas imposibles, casi de madrugada. Nos esperaba el taxista del hotel y cruzamos inmensas venidas tranquilas y arboladas que poco tenian que ver con el autentico Cairo que nos aguardaba por la manana. Nos alojamos en el Hotel Windsor, en pleno centro, un palacete de los anos veinte, con una decoracion que apenas ha cambiado, decadente, con telefonos de baquelita negra, un ascensor a manivelas, una pomposa escalera polvorienta (como todo aqui) y unas habitaciones mas o menos aceptables y limpias. Te sirven el desayuno sobre manteles blancos con grandes ventanales abiertos sobre el denso trafico.

El Cairo es enorme, caotico, cacofonico y demencial. Es la mayor ciudad islamica del mundo, con cerca de 20 millones de habitantes, es decir, con una mezquita cada 50 metros o menos, que se ponen de acuerdo para recordarnos a golpe de altavoces donde estamos varias veces al dia. Las llamadas a la oracion resuenan en los taxis, que solo ponen emisoras religiosas, en las tiendas, por encima del trafico y El Cairo se convierte en una locura sonora. Aun asi, y con una circulacion de locos una contaminacion como en ningun otro sitio donde hayamos podido estar, es una ciudad que respira seguridad, buen humor y un extrano sosiego en sus habitantes.

Hoy nos hemos dedicado a conocer el Cairo Islamico, visitando alguna de sus mezquitas mas famosas como la de Al Azhar - un oasis de silencio y marmol blanco donde los estudiantes leen el versiculos del Coran y discuten sobre ellos a media voz - Nos hemos perdido callejeando por el laberinto de pasadizos y callejuelas de barro, polvorientos, donde conviven gallinas, corderos ninos que salen de la escuela, tiendas de cachibaches, casas de te y alguna que otra maravilla arquitectonica. Subimos hacia el parque Al Azhar que domina toda la ciudad, donde las parejas de enamorados - ellas bien tapadas hasta las munecas, eso si - se pasean al atardecer sin tabues. El parque es una maravilla, laguitos, fuentes, verde y unas vistas panoramicas excepcionales. El parque fue construido sobre el antiguo vertedero, financiado por el Aga Khan, se ha convertido en el lugar favorito de los cairotas.

Todavia estamos apabullados, acaba de anochecer, y escribimos desde el segundo piso de una casa destartalada donde hemos encontrado un ciber cafe muy pintoresco, los senores se toman sus tes, fuman y observan al bullicio desde un gran ventanal sin cristales.

El Cairo esta ahora en su hora mas animada, totalmente rebosante de gente por todas partes. Las tiendas estan abiertas con mil luces sin hora para cerrar- hay vida las 24h en el centro - , los atascos son apoteosicos, esto es un espectaculo!