sábado, 5 de diciembre de 2009

Alejandria


De la ciudad fundada por Alejandro Magno, de la "Bibliotheca Alexandrina' cuyos manuscritos contenian todo el saber de la Antiguedad, de la ciudad de Hipatia, de la capital de Cleopatra, del Faro, una de las siete maravillas del Mundo Antiguo... no queda nada en la actual Alejandria. Enorme ciudad islamica de mas de cinco millones de habitantes mirando al mediterraneo conserva sin embargo todavia el encanto de su pasado mas reciente y aun tiene el sabor anejo de su pasado esplendor cuando a mediados del siglo XX, era una metropoli elegante y colonial.

Llegamos anoche con un vuelo desde Amman al aeropuerto de Alejandria, una especie de barraca en ruinas con sus mostradores de madera barnizada, sus oficinas de cambio con los cristales rotos y donde acumulan las divisas en maletas de carton agujereadas : una llegada muy pintoresca. Tras el habitual forcejeo con un taxista que, como no, nos pedia otro importe que el pactado inicialmente, llegamos al hotel Le Metropole donde habiamos reservado una habitacion standard por internet. Alexandria rebosa de viejos palacetes y antiguos hoteles que fueron en su dia el centro de la vida social de principios del siglo pasado. En su mayoria estan totalmente venidos a menos y algunos no tienen buena fama, en cambio hay alguno que si fue reformado y retienen esa atmosfera. Le Metropole es uno de ellos y se situa frente a un jardin mirando a la bahia, en pleno centro. No parecian tener mucha constancia de nuestra reserva y habia overbooking por lo que no disponian de habitaciones sencillas a la hora que llegamos. Para sorpresa nuestra y con una enorme sonrisa nos dijeron que eramos muy afortunados y que podiamos utilizar por una noche la ... Suite Royale, sin pagar su desorbitado precio !! Dormimos en una habitacion con un salon aparte mirando a la bahia, alfombras, cuadros, cortinajes, hidromasajes, lamparas de cristal de Murano, dos televisiones de pantalla plana, un escritorio ... Una suite de otra epoca! Eso si, esto es Alejandria y ni la suite Royale puede con el ruido de la calle, las griferias aunque chapadas en oro no funcionan bien, el agua caliente sale amarilla (asi que de hidromasaje, nada), y las flores en los floreros dieciochescos son de plastico duro. Nos ha encantado dormir en este decorado de novelas de Agatha Christie, aunque la cama no era para nada de cinco estrellas.

Alejandria rebosa de vida, hay muchisimos cafes donde la gente ve pasar el tiempo ante una taza de te y una sheesha. Ademas de unas pocas ruinas como el precioso teatro romano que esta recreado en la pelicula Agora, la columna de Pompeyo escoltada por dos esfinges tolemaicas y las catacumbas de Kom es Shoqafa en las cuales se mezclan las creencia griegas, egipcias y romanas, Alejandria es sobretodo una gran urbe alegre y dinamica. Decididamente mediterranea, es una ciudad donde apatece perderse y disfrutar del tiempo tomando un delicioso zumo de frutas, comer unos dulces en alguna de sus pastelerias anos cuarenta o probar el pescado fresco que llega a sus lonjas todos los dias. Si bien es de un tamano desmesurado, el centro se puede recorrer a pie, todas las calles llevan a la bahia. El paseo maritimo es una pasarela de gente, puestos, pescadores, familias, enamorados timidos que no muestran sus sentimientos salvo en la miradas que se dan. Una fortaleza arabe cierra la bahia y se situa justo en el emplazamiento del famoso faro que los siglos y los terremotos han hundidos en el mar. Por cierto, nuestro hotel, Le Metropole estaria ubicado justo donde estaba un templo donde Cleopatra y Marco Antonio se unieron hasta la muerte. La bahia esconde aun los restos de la antigua capital egipicia y el palacio de la legendaria reina que, al parecer, se pueden ver buceando. En definitiva, es una ciudad llena de poesia.

Alejandria tambien ensena la cara mas cruda de la sociedad egipcia actual con su singular ausencia de civismo. Sus playas son unos vertederos dificiles de sortear, las callejuelas apestan y estan llenas de basura que la gente tira incluso desde su ventana, el trafico es insostenible y cruzar la calle es una odisea y los altavoces de las mezquitas retumban a todo decibelio.

Manana cogemos un tren para el Cairo, a unas dos horas y media de trayecto, que sera ya nuestra ultima parada del viaje.


































2 comentarios:

  1. Este relato da una dimension final al tema principal de vuestro viaje... la busqueda de estas civilaciones de la antiguedad. ... Con las fotos y las descripciones, toda una maginificiencia se adivina . Visiones pintorescas de la Alejandia de hoy.. hasta pronto,

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  2. me pare-cn mui bonitas las fotos son mui expresivas

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